La Vereda El entorno

Entorno Natural

En esta sociedad en la que el Medio Ambiente cobra cada vez más importancia, donde se ha alcanzado un compromiso global para frenar el avance del C02 (el Protocolo de Kioto), donde un organismo como la ONU ya ha organizado doce conferencias sobre Cambio Climático y, además, se han publicado alarmantes estudios como el Informe Stern, que alertan de que el cambio climático hundirá la economía y que sequías e inundaciones convertirán en refugiados ambientales a 200 millones de personas, La Vereda constituye un lugar bellísimo, un enclave único en el que medio ambiente y desarrollo sostenible van de la mano y que como Asociación queremos seguir conservando.

El proyecto medioambiental que desarrolla y promueve esta Asociación contempla la utilización de energías renovables con la instalación de placas solares que no contaminan y utilizan una fuente inagotable como es el sol para transformarla en electricidad. También es destacable la inexistencia de contaminación lumínica, ni acústica en el Pueblo.

La imposibilidad de acceso de vehículos al pueblo supone la no emisión de CO2.

Un elemento muy destacable de La Vereda es la limpieza que se observa en su entorno, conseguida gracias al reciclaje continuo y la perfecta separación de residuos. Los residuos de origen vegetal se entierran para realizar compost; los de origen animal sirven como comida para otros animales; los plásticos, envases y aluminio son escrupulosamente transportados hasta la ciudad donde existen contenedores adecuados.

Otro detalle del mantenimiento medioambiental del este enclave también pasa por la continúa eliminación de zarzas que podrían convertirlo en un lugar inhóspito.

El mantenimiento y limpieza del manantial que suministra agua al pueblo y a las huertas es otra de las constantes tareas que hay que realizar y que supone la conservación de una fuente de abastecimiento natural de incalculable valor. En el recinto del pueblo también se ha recuperado un antiguo manantial que abastecía de agua a los habitantes y que debido a su abandono se encontraba en avanzado estado de deterioro.

Muchas de las actividades que pretende realizar la Asociación Cultura La Vereda son continuación de las ya emprendidas, mientras que otras que se proponen son mejoras respecto a la anterior Concesión. Los conceptos de flora y fauna están íntimamente ligados, sobre todo desde el punto de vista de un aprovechamiento agropecuario.

Dadas las características geosinfitológicas de la zona y las condiciones aceptadas de acuerdo con la Concesión las actividades a realizar son más extensas en la vertiente vegetal que en la ganadera.

Así, una parte importante de entorno vegetal lo constituye el arbolado y el compromiso es mantener en perfecto estado de conservación el ya existente.  Se tendrá especial cuidado con el mantenimiento del encinar centenario ubicado en el sureste del pueblo, así como de los cerezos, castaños, nogales y olivos dispersos por el pueblo y en los jardines anejos a algunas edificaciones. Para esta tarea La Asociación cuenta entre sus miembros con personal experimentado (Ingenieros de Montes, Agrónomos y Forestales, Técnicos especialistas en Explotaciones Agropecuarias, etc..).

Es primordial recordar que la práctica totalidad de los olmos autóctonos sucumbieron a la plaga de grafiosis y en este tiempo hemos recuperado y mantenido bastantes olmos autóctonos surgidos espontáneamente. También existe el compromiso de continuar con la repoblación de las especies frutales-ornamentales adaptadas al suelo y al clima. Para ello seguiremos utilizando los viveros que hemos habilitado en el Pueblo. En todo caso, se solicitará la previa autorización de la Delegación Provincial de Montes de la Consejería de Agricultura de Guadalajara, como ya se hizo en su momento.

Otro aspecto de entono natural de La Vereda lo constituyen las huertas, entendiendo como tales las que no están anejas a los edificios. Existen dos zonas bien diferenciadas: la situada en el pueblo y las ubicadas fuera del pueblo.

En el primer caso, y como se ha venido haciendo hasta la fecha, se continuará con el mantenimiento de las huertas, que fueron los antiguos semilleros del pueblo. Los buenos resultados obtenidos hasta ahora se deben a que este terreno está acotado por vallas de pizarra, lo que ha favorecido la conservación de una excelente tierra de cultivo, comparada con la media de la zona, protegido de la entrada de vacas, y fácilmente regable debido a su proximidad a la canalización de agua.


La instalación de un segundo de depósito de agua con capacidad para almacenar 3.000 litros de agua, ha permitido la completa recuperación de las huertas y la habilitación de otras huertas como zona de semillero de árboles frutales y ornamentales autóctonos.

Respecto a las huertas situadas fuera del pueblo, se pretende recuperar de forma definitiva estos enclaves situados de camino a Matallana, en la ribera del arroyo de la Umbriella, afluente del Vallosera.

El tipo de cultivo al que se destinarán las huertas será, como se ha venido haciendo hasta ahora, de tipo anual. No obstante, todo cultivo que se realice estará en conformidad con las correspondientes disposiciones de la Consejería de Agricultura de Castilla-La Mancha, tal y como se determina en el pliego de condiciones de este concurso.

Otra parte importante del entorno vegetal lo constituyen los pastos y el objetivo es la siembra de especies pratenses en los antiguos pastizales, situados al oeste y este del pueblo, una vez que se consiga cercar esta zona, para evitar la posible entrada de vacas.

Se sembrarán especies similares a las existentes en las praderas naturales (festuca, trébol, alfalfa, etc..) y en proporción en que se den de manera espontánea para que puedan sobrevivir sin más agua que la de la pluviosidad de la región. Asimismo, una pequeña parcela de estas áreas podría sembrarse experimentalmente con centeno (siembra testigo) tal y como se hacía tradicionalmente en la aldea.

Por otro lado, este entorno ofrece otro aprovechamiento agropecuario con la introducción de entre seis y ocho colmenas. La apicultura es una buena elección para esta zona, ya que constituye uno de los principales tipos de explotación tradicional, debido a la abundancia de brezo, jaras, labiadas y otras flores melíferas. Entre estas últimas destaca la escrufulariácea Linaria nivea, especie endémica de la región, lo que aseguraría su polinización y conservación. Para realizar este proyecto se pediría información al Centro Regional de Apicultura de Marchamalo, y tanto para éste, como para los anteriores proyectos en los que se introdujesen diferentes especies vegetales, tanto si son para su aprovechamiento agropecuario como si no, se pedirán las correspondientes autorizaciones a la Consejería de Agricultura de la Comunidad de Castilla-La Mancha, Delegación Provincial de Agricultura de Guadalajara.

Las actividades mencionadas se han visto perjudicadas por la presencia de vacas de otras concesiones. La carencia de cercas, que rodeen el extenso perímetro del pueblo, hace que las vacas causen estropicios en la vegetación (en huertas, jardines, viveros, plantones de árboles, etc) y en la edificaciones con el derribo de vallas, puertas, bancos e incluso pequeñas edificaciones como tinadas. También causan roturas en la manguera subterránea para la conducción de agua.